Medio siglo de paz perdida (Thubten Wangchen)

Medio siglo de paz perdida
Por Thubten Wangchen

En el año en que se cumple medio siglo de la forzosa huida del Dalai Lama del Tibet, tras la invasión del ejército chino; 20 años de la concesión del Premio Nobel de la Paz al Dalai Lama; y 20 años también de la brutal represión de las manifestaciones estudiantiles en la Plaza de Tiananmen, con cientos de muertos y miles de heridos, al pueblo tibetano nos honra que importantes personalidades artísticas de todo el mundo dediquen su sensibilidad y talento a nuestro líder espiritual y temporal, Tenzin Gyatso, el XIV Dalai Lama y Premio Nobel de la Paz en la exposición "The Missing Peace" ("La paz perdida") que se inaugura este viernes en la Fundación Canal de Madrid.
Como tibetano y, muy especialmente, como discípulo del Dalai Lama, me siento muy orgulloso de asistir a la inauguración de tan importante muestra de arte solidaria con obras que reflejan los principios universales de paz, amor, perdón y felicidad que defiende el Dalai Lama.
La delegación a la que acompaño está compuesta por el representante del gobierno tibetano en el exilio de Bruselas, Tashi Wangdi; y por el ex ministro del Gobierno Tibetano y uno de los fundadores del proyecto "The Missing Peace", Tenzing Namgyal Tethong.
Nos gustaría mucho poder coincidir en esta ocasión con el primer ministro de China, Wen Jiabao, que viene en visita oficial a Madrid, para expresarle nuestro profundo deseo de que el gobierno de su país inicie cuanto antes conversaciones serias con el Dalai Lama a fin de alcanzar un acuerdo de convivencia equilibrada entre chinos y tibetanos, algo que venimos esperando hace ya 50 años.

Nos alegramos que, como siempre, el Gobierno y la Casa Real mantengan buenas relaciones con China pues entendemos que los intereses económicos y comerciales con el país asiático es una prioridad en la agenda política y diplomática. Pero nos gustaría también pedir a los representantes políticos españoles que no olviden al Tíbet, que no olviden los derechos humanos y la libertad de un pueblo que está en riesgo de extinción. La cultura milenaria del Tibet no es sólo un bien precioso que queremos salvar para los tibetanos, sino un bien cultural que entendemos hace parte del patrimonio de la humanidad.

Por ello pedimos al gobierno de España que nos apoye diplomáticamente en el sentido de favorecer ese diálogo tan importante para nuestro pueblo y también para el pueblo chino.

Lo que nos caracteriza a los tibetanos es la paciencia y seguimos creyendo que finalmente la verdad, nuestra mayor arma, se impondrá y la comunidad internacional terminará por exigir a China que haga negocios, sí, pero respetando los derechos humanos.
Que el arte, como expresión no violenta de las diversas culturas, sirva siempre para favorecer el entendimiento y el respeto entre los pueblos. Y que el valor de las minorías no sea nunca subyugado por el poder y la fuerza de las mayorías, es nuestro más profundo deseo.

* Thubten Wangchen es monje y director de la Fundación Casa del Tibet de Barcelona.

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