Beneficios de la crisis (B. Tierno)
Está claro que el presente año 2009 no dejará a nadie indiferente, y tampoco lo hará el 2010. Estamos ante una extraordinaria oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos de lo que somos capaces, cuando solamente contamos con nuestra fuerza de voluntad y nuestra inteligencia, y no queda otra alternativa que seguir adelante. Como bien dijo W. Churchill: "Si estás atravesando un infierno, sigue caminando".
La oportunidad de aprender a dejar todo lo banal y superfluo y centrarnos sólo en lo crucial, en lo vital, en sobrevivir en el día a día, nos obligará a todos a dar lo mejor y más esforzado de nosotros mismos. Desarrollaremos la capacidad de empatía, de generosidad, de espíritu de sacrificio y hasta de sentido del humor y buen humor, por mal que estén las cosas.
Por suerte o por desgracia, en mi opinión ahora no disponemos en el país de un líder carismático que genere confianza y esperanza, y cada persona quizás sienta que ha de buscarse su propia seguridad y sus medios de subsistencia, contando con la mejor red social disponible: familiares, amigos, colegas de trabajo, expertos, etc.
Mi consejo personal es que ahora es el momento de que todos vivamos la crisis económica, sea cual sea el grado en que nos afecte, como una oportunidad de excepción para muscular nuestra voluntad, para desarrollar nuestra capacidad de autodisciplina y de esfuerzo, de superación y entereza. Nadie sabe de lo que es capaz de hacer hasta que no se le presenta la oportunidad de demostrarlo; pero no nos arredremos, porque siempre la fortuna ayuda a los valientes, esforzados, humildes e inteligentes. Por eso, me tomo la libertad de alentar la esperanza en el amable lector con las siguientes reflexiones:
1.- Trabaja en lo que puedas, sé previsor, no gastes lo que no tienes y, por supuesto, se acabó vivir por encima de tus posibilidades. Si te es posible ahorrar algo, aunque sea poco, ¡hazlo!
2.- Recuerda el refrán castellano "No hay mal que cien años dure", antes o después vendrá la recuperación económica y volverá a lucir el sol después de tanta oscuridad... ¡Mantén la esperanza!
3.- Acostúmbrate a sentirte seguro en la normal incertidumbre que nos toca vivir a todos. A nadie se le garantiza nada, por rico y sabio que sea. Si vives cómodo en la normal incertidumbre, la crisis te afectará mucho menos.
4.- Adaptar tus expectativas a la realidad es fundamental en tiempo de crisis, y recuerda que "menos puede ser más". En muchas ocasiones una vida más austera puede reportarte beneficios y experiencias que nunca habrías logrado.
Bien dijo Horacio que "la adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido dormidos". Nada puede contribuir más a convertirte en una persona optimista vital, resistente y fuerte como superar con éxito situaciones críticas y adversas. Aquí hay una oportunidad. Hasta de la crisis podemos sacar importantes beneficios para un mayor crecimiento y enriquecimiento interior.
La oportunidad de aprender a dejar todo lo banal y superfluo y centrarnos sólo en lo crucial, en lo vital, en sobrevivir en el día a día, nos obligará a todos a dar lo mejor y más esforzado de nosotros mismos. Desarrollaremos la capacidad de empatía, de generosidad, de espíritu de sacrificio y hasta de sentido del humor y buen humor, por mal que estén las cosas.
Por suerte o por desgracia, en mi opinión ahora no disponemos en el país de un líder carismático que genere confianza y esperanza, y cada persona quizás sienta que ha de buscarse su propia seguridad y sus medios de subsistencia, contando con la mejor red social disponible: familiares, amigos, colegas de trabajo, expertos, etc.
Mi consejo personal es que ahora es el momento de que todos vivamos la crisis económica, sea cual sea el grado en que nos afecte, como una oportunidad de excepción para muscular nuestra voluntad, para desarrollar nuestra capacidad de autodisciplina y de esfuerzo, de superación y entereza. Nadie sabe de lo que es capaz de hacer hasta que no se le presenta la oportunidad de demostrarlo; pero no nos arredremos, porque siempre la fortuna ayuda a los valientes, esforzados, humildes e inteligentes. Por eso, me tomo la libertad de alentar la esperanza en el amable lector con las siguientes reflexiones:
1.- Trabaja en lo que puedas, sé previsor, no gastes lo que no tienes y, por supuesto, se acabó vivir por encima de tus posibilidades. Si te es posible ahorrar algo, aunque sea poco, ¡hazlo!
2.- Recuerda el refrán castellano "No hay mal que cien años dure", antes o después vendrá la recuperación económica y volverá a lucir el sol después de tanta oscuridad... ¡Mantén la esperanza!
3.- Acostúmbrate a sentirte seguro en la normal incertidumbre que nos toca vivir a todos. A nadie se le garantiza nada, por rico y sabio que sea. Si vives cómodo en la normal incertidumbre, la crisis te afectará mucho menos.
4.- Adaptar tus expectativas a la realidad es fundamental en tiempo de crisis, y recuerda que "menos puede ser más". En muchas ocasiones una vida más austera puede reportarte beneficios y experiencias que nunca habrías logrado.
Bien dijo Horacio que "la adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido dormidos". Nada puede contribuir más a convertirte en una persona optimista vital, resistente y fuerte como superar con éxito situaciones críticas y adversas. Aquí hay una oportunidad. Hasta de la crisis podemos sacar importantes beneficios para un mayor crecimiento y enriquecimiento interior.
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